Los plásticos son materiales muy utilizados por sus innumerables ventajas, de ahí la importancia de concienciar a la sociedad de que una correcta gestión de los residuos es imprescindible.
Los plásticos son materiales que están muy presentes en todos los ámbitos de la vida por las múltiples ventajas que presentan en sus diversas aplicaciones. Precisamente por esto, es necesario gestionar correctamente los residuos que se generan, con el fin de aprovechar al máximo su valor dentro de los criterios de la economía circular y evitar que acaben en el medio ambiente.
Los plásticos son los materiales más regulados y los que se someten al cumplimiento de normativas más exigentes. Además, son los materiales que garantizan perfectamente la conservación de los alimentos, reduciendo su desperdicio y asegurando que la sociedad sea capaz de consumirlos en las mejores condiciones. Según la FAO, la pérdida de alimentos en Europa es de tan solo un 3% gracias al uso de soluciones de envasado adecuadas, mientras que, en los países en vías de desarrollo, donde el uso de envases no está generalizado, estas pérdidas pueden alcanzar el 40%.
Los plásticos también son la alternativa más sostenible en numerosas aplicaciones. Así, los envases de este material son, de media, cuatro veces más ligeros que los fabricados con otros materiales. Gracias a ello, el número de viajes de un camión para transportar la misma cantidad de producto se reduce a la mitad, con el consiguiente ahorro de combustible y de emisiones de CO2. En la agricultura, el plástico es utilizado en sistemas de riego por goteo, ahorra entre el 30% y el 60% del agua empleada con métodos convencionales de regadío. En la construcción, los aislamientos plásticos permiten ahorrar 250 veces más energía de la que se utilizó para fabricarlos. En la automoción, los plásticos son el material elegido para fabricar unas 2.000 piezas de media en un vehículo (lo que representa un 15% de su peso total), permitiendo así que un coche ahorre 750 litros de combustible durante toda su vida (12 millones de toneladas de combustible en Europa). En el caso de los aviones, la apuesta por estos materiales ha permitido elevar el ahorro de combustible hasta el 20%.
Los plásticos también contribuyen a salvar vidas de forma directa a través de incontables aplicaciones en medicina, o en su incorporación a la seguridad pasiva de los vehículos en forma de cinturones de seguridad y airbags que reducen hasta un 20% la posibilidad de sufrir una lesión mortal en caso de accidente. Y a pesar de todos estos usos y aplicaciones, solo entre el 4% y el 6% del consumo de petróleo y gas en Europa se destina a la fabricación de plásticos.
Los plásticos nunca deberían acabar en el medio ambiente. Se trata de materiales recuperables mediante reciclado, y cuando esto no es posible, se pueden utilizar como fuente de energía alternativa y renovable, dada su alta capacidad calorífica. Por lo tanto, los plásticos son materiales que contribuyen a la economía circular.
La renuncia o la prohibición de los plásticos no es una solución eficaz a las basuras en el medio ambiente y además obligaría a la sociedad a renunciar a todas sus ventajas, la solución pasa por concienciar a la ciudadanía, separar adecuadamente los residuos (tanto fuera como dentro del hogar), facilitar el reciclado aumentando el número de contenedores y su frecuencia de recogida y en ningún caso, abandonar los residuos donde no se debe.